¿Cómo trabajamos?

Tanto para el diagnóstico como para el tratamiento, el osteópata se sirve del MRP (movimiento respiratorio primario), que es un movimiento cíclico de retracción y expansión que experimenta el cuerpo y cada una de las estructuras que lo componen (hueso, órgano, glándula, nervio, músculo …).

El osteópata con sus manos percibe este movimiento y detecta en qué lugar del cuerpo se ve alterada la relación estructura/función, y razonando desde la anatomía-fisiología intenta restablecer el orden. El MRP se expresa en todas las estructuras del cuerpo de una forma sutil y a la vez potente. Su escucha nos conduce a la lesión o lesiones que presenta el paciente. Apoyándonos delicadamente en su impulso, acompañamos al propio cuerpo a encontrar un nuevo equilibrio no lesivo.